Acaba con las pesadillas y los terrores nocturnos de tus niños

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Todos hemos sufrido pesadillas en nuestra infancia, pero la mayoría quedamos perplejos ante la noción de terror nocturno. No tiene nada que ver una cosa con la otra. Una pesadilla es un sueño que da mucho miedo, el niño llora al despertarse y se va tranquilizando cuando acudes; suelen ocurrir en la fase de los sueños vividos entre las cuatro y las seis de la mañana. En cambio los terrores nocturnos son sueños con mucho terror y agitados, el despertar sólo es parcial y el niño suele gritar y moverse de forma descontrolada con llantos o hablando; suelen ocurrir en la fase de sueño profundo entre la una y las tres de la mañana según el patrón de sueño del niño.

Al despertarse de un terror nocturno el niño no suele acordarse de nada, al contrario de la pesadilla que sí recuerda y puede hablar de ello. Si tienes hijos que sufren de terrores nocturnos, no sufras esperando a que remitan sin más. Hoy en día van saliendo opciones que la tecnología pone a nuestro alcance, es el caso con el dispositivo Lully. Andy Rink, uno de sus progenitores, tiene una hermana gemela que sufría de terrores nocturnos en su infancia. Le ha afectado tanto que decidió hacer algo al respecto,… de ello nació Lully.

Andy se juntó con Varun Borjah para crear Lully, basándose en numerosos estudios que realizaron sobre el sueño, sus ciclos o patrones. Lograron demostrar científicamente que una vibración lo suficientemente intensa tenía la habilidad de aliviar y confortar al niño acompañándole en esa fase de sueño profundo para evitar estos terrores nocturnos. Los terrores nocturnos son previsibles puesto que suelen producirse en un intervalo regular. Así pues, se pusieron manos a la obra y crearon un pequeño dispositivo ligado a una app móvil.

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El dispositivo se coloca debajo del colchón y envía una señal al móvil cuando llega el momento de activar la vibración. Al menos al principio, en la fase de calibración que dura unas tres semanas, luego se activará solo sin la necesidad de que sean los padres que lo hagan remotamente desde el móvil. La vibración es diez veces más fuerte que la de un smartphone pero no llega a despertar al niño, tan sólo elevar su sueño a una fase de sueño más ligera y clara. Es capaz de predecir la fase de terror nocturno y activarse antes de que empiece.

El cerebro de este dispositivo es el algoritmo que juntos desarrollaron en Stanford Biodesign, algoritmo que analiza los patrones del sueño del niño y recopila información junto a las respuestas que los padres dan a una serie de preguntas acerca de los episodios de terror nocturno que sufren sus hijos. La fase inicial es de unas tres semanas durante las cuales el dispositivo irá aprendiendo sobre los patrones del sueño del niño e irá mejorando su capacidad predictiva. Lully notifica a los padres cuando han de activarlo, siempre antes de las once de la noche.

Una vez Lully activado, vibrará durante unos tres minutos antes de apagarse. Así de simple, tu niño ya no pasará una mala noche y tu dejarás de angustiarte en un intento por tranquilizarle. Durante los estudios clínicos que fueron llevados a cabo, Lully logró acabar con el 90% de los terrores nocturnos sufridos por los niños. Si no te funcionan las cenas ligeras, la luz tenue en la habitación, el hilo musical o la privación de juegos antes de acostarse, ésta es la única solución tecnológica conocida a día de hoy; una solución lejos de toda medicación.

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