Teniendo en cuenta la compleja tesitura en la que el mundo se encuentra literalmente hundido… el crac financiero, la corrupción política, la marcada falta de ética de grandes corporaciones industriales y demás lobbies, llegando a los recientes escándalos de espionaje siendo el PRISM el más sonado en los medios de comunicación, seguro que términos como NSA, Snowden o Wikileaks os son muy familiar. Hoy, siento como toda esa vida expuesta en Internet, a través de cada uno de los pasos que doy online, esa identidad digital que todos estamos tratando de construir en la red, está siendo embarrada por meros intereses comerciales o peor aún, sombríos fines de control total de lo que llamaré mi última parcela de privacidad.

Somos libres de compartir lo que queremos pero no siempre somos conscientes de las implicaciones de nuestros actos, probablemente porque desconocemos las reglas del juego, la letra pequeña y no nos han enseñado lo suficiente a cubrirnos las espaldas… hay que reconocerlo, con razón somos ingenuos. En la red, estamos expuestos por voluntad propia, sin darnos cuenta confiamos en los servicios que usamos confiando nuestros datos privados.

Pero hay una solución obvia… apaga el ordenador, cancela tus tarjetas de crédito, quema tu DNI, vende tu coche, tu casa y vete a vivir como ermitaño en una cueva. ¿En serio? Dejar de usar una tecnología en un intento de escapar de ella es una burda decisión que uno toma por ignorancia o analfabetismo digital, hay que aprender a moverse por la red como pez en el agua… entre tiburones, eso sí pero no como pez sino como un pulpo capaz de mimetismo, de adoptar formas y colores y hasta comportarse como otros animales peligrosos o plantas acuáticas.

Si bien hace 10 años la privacidad no era un tema de actualidad, se ha convertido en una de las mayores preocupaciones del usuario de hoy en día. Nos gusta Internet, nos gustan las redes sociales pero también nos gusta que respeten nuestra privacidad. Son cada vez más los usuarios que buscan medios para domar el mimetismo, buscar información y navegar de forma anónima. Muchos piensan que no es posible pero las soluciones existen.

Hoy queremos ir más allá de limpiar la caché del navegador, borrar cookies o cifrar el correo electrónico, vamos a buscar una alternativa al buscador de Google. Google se ha hecho mayor y sin darnos cuenta lo usamos hasta para condimentar la sopa…. maneja muchos datos personales y al cruzar estos datos se aprovecha de las conexiones que pueden existir entre tus búsquedas y recomendaciones y los resultados de búsquedas de tus contactos.

Por ejemplo, puede usar tu actividad en Google + para mostrar que te gustó un enlace en los anuncios de publicidad que se muestran en las SERPs, o páginas de resultados de las búsquedas hechas por contactos tuyos. Google es un buen buscador, arroja mejores resultados desde los cambios introducidos recientemente, más conocidos por los webmaster como Panda o Penguin, en sus diferentes facetas y versiones. Si quieres seguir siendo visible online pero protegerte de tus búsquedas en Google, no tienes que renunciar a la tecnología de Google, simplemente usar uno de estos 10 buscadores web anónimos que te ofrecemos a continuación.