Llegan los ecobocatas, envoltorios sostenibles

Atención para los que comen fuera de casa con pocos recursos, atención a los aficionados a las excursiones campestres, atención a los padres que dan la merienda a los niños. Todos aquellos que recurren con regularidad al bocadillo deberían conocer esta nueva opción más ecológica para envolverlos.

 

Envoltorios no sostenibles

Normalmente solemos envolver los bocadillos con plástico y/o aluminio. Por suerte, la legislación ya se ha dado cuenta del ritmo insostenible de producción de plásticos de las últimas décadas, de forma que ha limitado su uso (al menos con la famosa ley de los supermercados). A veces también envolvemos los bocadillos con servilletas de papel, un material que también sabemos lo que implica: vida efímera y deforestación.
¿Y qué pasa con el aluminio, ese acompañante tan típico en las excursiones al monte? El aluminio es un metal que puede reciclarse muchísimas veces (es más, las latas son 100% reciclables), pero si no se recicla, producir aluminio nuevo tiene un gran coste de materia prima. Recordemos que el aluminio procede de la bauxita, que además de ser un mineral escaso en el planeta, para obtenerlo debe realizarse un proceso muy contaminante. Desechar una lata y no reciclarla supone tirar un residuo que tardará 500 años en desaparecer. Por tanto, la producción de aluminio es muy contaminante. La única solución para aprovechar el material es reciclarlo (en las papeleras de envases). Aunque hoy os proponemos una alternativa para envolver los bocadillos sin tener que recurrir al aluminio.

Una alternativa para envolver el bocata

La ecología y la sostenibilidad son valores en alza para las empresas. Cómo han cambiado en los últimos años los anuncios de las grandes marcas. “Ecológico”, “bajo consumo”, “ingredientes naturales”, “baja contaminación y gran eficacia”. Las empresas han optado por unas campañas corporativas respetuosas con el medio ambiente. Quizás no porque la contaminación les quitase el sueño, sino porque el ciudadano ha ido concienciándose en los últimos años y pide objetos de consumo responsables con el medio. Una vez más, la oferta se adecua a la demanda.
Esto es lo que ha pensado Lékué, una empresa que vende en Internet “ideas innovadoras” como ellos mismos lo autodefinen. No se dedica especialmente a vender productos ecológicos, pero este año han sacado la funda para bocadillos, una idea muy interesante. Están hechos con silicona y se venden en tres tamaños: 10, 17 y 22 centímetros, aunque son flexibles, por lo que se adaptan al tamaño del bocadillo. Se venden en cuatro colores: verde, amarillo, rosa y azul. La verdad es que pintan muy prácticos: antiadherentes, no retienen los sabores, no pesan y se pueden limpiar en el lavavajillas. Los puedes guardar tanto en la nevera como en el congelador. Y tienen un gran detalle: se puede escribir con bolígrafo en el envoltorio, ya sea para poner si es de Menganito o de Fulanita o si es de mortadela o queso. Lo escrito se borra fácilmente con el dedo o con un paño húmedo. El envoltorio de silicona cuesta 9,90 euros. Le puedes echar un vistazo en la página web de Lékué.

¿Lo mejor? Por supuesto, no es de usar y tirar. Larga vida a los objetos de muchos usos.