Esta semana uno de los rumores sobre iOS 5 que más ha llamado mi atención ha sido la posible incompatibilidad de iOS 5 con el iPhone 3G/3Gs. Ha sido Eldar Murtazin, editor jefe del blog sobre tecnología móvil Mobile Review , quien a través de un tweet ha comentado que el iPhone 3G quedaría fuera de la actualización a iOS 5.

Ésta no es la primera vez que se cuestiona la compatibilidad del iPhone 3G con una actualización, recordemos que fue en noviembre del 2010 cuando Apple recibió varias quejas de los propietarios de este modelo tras la renovación a iOS 4, concretamente Bianca Wolford denunció a la compañía de la manzana por haber sufrido una importante “pérdida de funcionalidad” tras la instalación de iOS 4 en su iPhone 3G.

Teniendo en cuenta estos antecedentes, no resulta sorprendente que la tercera generación del teléfono de Apple quede fuera de la nueva actualización del sistema operativo móvil, máxime si consideramos los rumores que circulan sobre las nuevas funcionalidades de iOS 5 (widgets, reconocimiento de voz, renovación del sistema de notificaciones, etc.) y que precisarían de un procesador lo suficientemente potente para poder soportarlas.

Llegado a este punto me surge la duda sobre si son los propios terminales los que quedan obsoletos por no soportar los avances del software, o si realmente el software se está convirtiendo en otro tipo de obsolescencia programada.

El sector de la telefonía móvil se considera un mercado ágil y dinámico, con un alto nivel de competencia. En el 2010 los smartphones supusieron el 19% de las ventas de teléfonos móviles, de los que Apple obtuvo una cuota de mercado del 16% con la venta de 46 millones de iPhones (3% en el mercado general de móviles).

La calidad de los terminales en ocasiones excede la vida tecnológica del teléfono ya que, por contra de lo que puede suceder con los ordenadores personales, no es suficiente con tener uno, sino que además ha de ser el último modelo de su generación, el que es capaz de superar en prestaciones y rendimiento a los smartphones de la competencia ya que éste es uno de los motivos principales que empuja a los usuarios a actualizar su teléfono móvil.

La política de Apple en cuanto a renovación de terminales suele ser de uno por año. Para que cada nuevo lanzamiento sea un éxito de ventas, no es suficiente con decir “este modelo es superior al anterior”, sino que además hay que demostrarlo con nuevas características y funcionalidades que sólo ese modelo puede llevar a cabo. La obsolescencia programada mediante software es sólo otra forma más de estimular la renovación de nuestro iPhone por el de nueva generación. De hecho, normalmente el sistema operativo es soportado por la generación actual y la anterior, lo cual da una vida tecnológica al terminal de un máximo de 2 años aunque la funcional vaya mucho más allá.

En definitiva, no resultaría sorprendente que este rumor se confirmara y, aunque actualmente el iPhone 3Gs forma parte del stock de Apple, lo más probable es que quede descatalogado con la salida al mercado del iPhone 5 y que únicamente sea el nuevo modelo y su antecesor los que soporten iOS 5. Por otra parte, ¿crees que las actualizaciones de software son un método más de obsolescencia programada? ¿Renovarás tu iPhone con la próxima generación o mantendrás el que tienes mientras éste funcione correctamente?