Todos se han enterado de la compra por parte de Facebook del Oculus VR por 2.000 millones de dólares hace unos días, algo que sembró las dudas en la comunidad de desarrolladores que no hicieron esperar sus primeras preocupaciones en Twitter. Muchos temen por el futuro de Oculus VR, de que Facebook acabe desvirtuando la esencia del proyecto y lo altere hacía fines menos nobles o meramente sociales; foros y redes sociales están ardiendo en estos momentos acerca del futuro que le espera a Oculus VR… se convertirá ese proyecto prometedor en una mera ilusión social. Así lo creen muchos, entre otros Markus Persson, creador del juego Minecraft ya que compartió su malestar en Twitter anunciando que cancelaba el acuerdo que tenía con Oculus en lo que respeta a crear una versión de Minecraft; afirmó “Facebook me aterra”.

Facebook es una fábrica de dinero y Mark sabe muy bien en qué invertirlo. Lo mismo pasó con la compra de Instagram hace un tiempo, todos pensaban que lo iban a integrar a Facebook y que el matrimonio se iría al garete pero no ha sido así… en menos de seis meses Instagram pasó de 150 millones de usuarios a algo más de 200 millones. Se ha mantenido el proyecto independiente, aunque su desarrollo no se ha visto beneficiado hasta ahora; sólo decidieron insertarle publicidad marcando la voluntad de Facebook de acercarse a los anunciantes. Por el tema de las escuchas y turbias políticas de privacidad de Facebook, la gente no se fía. Facebook se ganó una mala reputación en el terreno de la privacidad, de ahí que se está especulando mucho con el tema Oculus.

No me preocuparía tanto, no creo que vayan a menospreciar esa fantástica tecnología reduciendo su uso a juegos tipo Farmville o simples encuentros virtuales entre amigos facebookianos. Es más, Zuckerberg ya ha dejado claro que Oculus VR seguirá funcionando de forma totalmente independiente. Por otro lado los mecenas que financiaron el proyecto Oculus a través de la plataforma de crowfunding Kickstarter se sienten engañados pidiendo compensación. Personalmente no lo entiendo, si el dinero de Facebook puede ayudar a que el proyecto madure más rápidamente. Me parece muy poético hablar de libertad o alma perdida pero este mundo no funciona así… las revoluciones las hacen las personas pero necesitan apoyo y estructura detrás de ellos. Creo que Palmer Luckey, el creador de 21 años detrás de Oculus VR, es muy consciente de ello.

Ahora reconozco que quedan abiertas muchas incógnitas… ¿Zuckerberg y la NSA trabajan juntos, cogidos de la mano? ¿El dinero nublará la visión de Palmer Luckey, sus ideas y valores… su alma? ¿Perderá parte de su poder de decisión? El pueblo siempre ha puesto sus grandes esperanzas en la gente corriente que son capaces de plantarle cara a las grandes corporaciones, así que sí… en este caso puede verse como un acto desafiante para quienes prestaron su apoyo poniendo toda su ilusión en un proyecto que supondrá toda una revolución en el mundo digital, no sólo videojueguil. Habrá un antes y un después, para bien o para mal, pero lo importante en todo esto no es acaso el valor de las ideas y que esas salgan adelante; el miedo a Facebook es muy del estilo Orwelliano. Los gigantes se hacen con los pequeños, siempre ha sido así en el mundo empresarial, mientras la creatividad no fracase en el proceso… bien. El desarrollo de Oculus VR requiere tecnología y mucho dinero, así que no me sorprende que lo compren, sólo me sorprende que sea Facebook quien lo haya hecho.