El mundo de la redacción online es un mundo violento, sin piedad en el que millones de redactores tratan de batallar para sacarse el pan a diario. Existen tantas almas de escritor como perfiles de redactor en el mundo digital, cada uno con su propia jerga, léxico y voz, con su propia experiencia, sus habilidades y sagacidad. Soy de los que piensan que la mejor forma de trabajar es tratar directamente con el cliente y crear una relación estable, de confianza y honestidad. Pero los tiempos y las necesidades cambian, hoy el contenido es el rey del marketing online.

Hay una gran demanda por un tipo de contenido barato, pero de calidad. De ello se encargan plataformas o comunidades de redactores especializadas en todo esto de la parafernalia legal y administrativa… si yo soy redactor, sólo necesito concentrarme en mi trabajo: redactar. Así es, nos tienen a huevo. Se encargan de encontrar clientes, crear guiones y establecer normas de calidad y tarifas estándarizadas. Tú, dedica tu tiempo a la escritura.

Y lo están logrando, algunas plataformas están realmente bien montadas y nos facilitan el trabajo, todo nos resulta más sencillo ahora que existen, podemos dedicar mayor tiempo a lo que importa: la escritura sin tregua. ¿Para quién están diseñadas estas plataformas colectivas de contenido digital? Aspirantes a escritor o técnicos profesionales de la palabra. Esas plataformas representan una puerta abierta que para muchos no conduce a ninguna parte.

¿Es una nueva forma de timo online que hace su agosto aprovechándose de ingenuos candidatos que se dejan dorar la píldora? Pienso que autores y clientes trabajan mejor sin intermediarios de por medio pero es fácil decirlo. La realidad es otra y para muchos redactores estos portales son la luz al final del túnel si tenemos en cuenta los tiempos que vivimos; lo que viene sumarse a la ya difícil ambición de vivir de esta profesión. Eso sí, olvídate de ganar miles de euros al mes dedicando el resto de tu tiempo en la playa. No dejes nunca de creer en el poder de la palabra…

Vivilia, red de redactores freelance

Es una plataforma colectiva de blogueros y editores que redactan desde casa contenido que cubre una amplia variedad de temáticas. En principio, sea cual sea el nivel que tengas, puedes intentarlo ya que aceptan tanto a los principiantes como a profesionales con años de experiencia y muchas tablas en temáticas específicas; se valora la formación, el nivel de especialización y la calidad de los textos así como el estilo y la disciplina necesaria para respetar los plazos de entrega.

La página está orientada a la captación de redactores ya que los clientes pasan por otra puerta digital con el letrero “genwords” colgado. Es una decisión acertada ya que las expectativas de los redactores y de los clientes son opuestas. No obstante, resulta sumamente útil pasearse por genwords para descifrar a fondo las sutilezas del discurso orientado a los clientes. Te da pistas sobre el tipo de contenido más demandado por los clientes.

Trabajan con blogueros y expertos que crean contenido especializado y original, validado por Google. Por otro lado vemos que encargan miles de descripciones de productos para tiendas y contenido destinado a ser compartido a través de las redes sociales para generar ruido sobre las marcas y mejorar su reputación cuidando de la identidad digital. Ahora, volvamos a Vivilia…

Buscando opiniones en la red acerca de Vivilia, uno se encuentra de todo: gente satisfecha por un lado y por el otro el grueso de usuarios desilusionados. En realidad sufre el mal endémico del sector, un mal que achaca en mayor o menor medida todas las plataformas de redacción colectiva: el proceso de validación de los textos de prueba se atasca. Si no hay una comunicación fluida, un feedback mínimo, la gente sale escaldada.

Mi consejo, teniendo a la vista la tabla de tarifas por artículo redactado, es coto de caza reservado a los expertos de nivel profesional con los engranajes bien engrasados y alta fluidez de trabajo así como para los principiantes con pocas expectativas económicas y versados en esto del sueño polifásico porque van a tener que sacarse las castañas del fuego a duras penas.

TextMaster, textos bajo demanda

Impresionantes cifras las que se extraen de TextMaster: 60.000 redactores, traductores y correctores de todo el mundo,… ha de ser el colectivo profesional con más potencial de la red por su capacidad creativa de elaborar contenido bajo demanda. Pero la cuestión que me preocupa aquí es la de saber si está siendo bien aprovechado. Alardean de ofrecer una comisión que puede subir hasta los 13,7 céntimos por palabra y esto es más que respetable. ¿Lo es en realidad?

Un rápido vistazo a su plantilla de tarifas basta para darse cuenta de que nos venden ilusión. 13,7 céntimos en el mejor de los guiones. Para ello es necesario que seas un colaborador Premium y Platino, es decir que seas muy bueno en lo que haces y hayas traducido/redactado ya más de cinco… millones de palabras. Ahí no queda la cosa, para alcanzar los 13,7 céntimos de euro, ha de ser un proyecto con un tema especializado, urgente y con un formato complejo.

El sistema está bien diseñado pero es contraproducente, no anima a las tropas. Primero, sólo hay dos niveles de redacción: regular o premium. No es muy flexible. Si no destacas, eres del montón y no cobrarás más que 1 céntimo de euro por palabra hasta que hayas redactado al menos proyectos por valor de 10 mil palabras; si es premium la jugada te sale a 0,03 céntimos de euro.

¿Cuántas palabras eres capaz de escribir al día? Echaré un poco de luz al asunto… puedo redactar 3.000 palabras al día, por lo que en un mes llegaría -más o menos- a las 100 mil palabras. Esto es un montón de palabras y proyectos… con suerte podrás tener ese nivel de trabajo y lograrlo pasando los filtros de validación. Si lo logras, en un mundo feliz de trabajos forzados obtendrás una mejora: 1,2 céntimos si eres un redactor regular o 3,6 céntimos si eres de una pasta especial.

A lo que hemos de sumar las primas por proyectos especializados, urgentes o con formato complejo, ¿ya has hecho tus cálculos? El sistema valora el esfuerzo de los redactores; cuánto más escribes más ganarás por palabra. Imagina que vivimos en el mejor de los mundos y ya cobras esos 13,7 céntimos por palabra, la pregunta que me atormentaría a partir de ahí sería… ¿no seré un valor demasiado caro para los clientes de TextMaster? Si me lo hacen por menos…

Todo depende. Si hay mucho volumen de trabajo y el proceso de validación es rápido y ágil, funcionará. De lo contrario te quemarás antes de ver un solo céntimo; pues sólo se puede solicitar el pago cuando el balance llega a los 50€. En el blog del redactor lo clasifican a la cola de las plataformas colectivas de creación de contenido. Eso sí, lo tienen muy bien montado, la interfaz y su usabilidad son simplemente soberbios.

Textbroker, cada palabra cuenta

Es un proveedor de textos de todo tipo, desde notas de prensa hasta entradas para blogs pasando por los catálogos de productos para plataformas de ecommerce o proyectos de más envergadura en hasta diez idiomas. Visto lo visto, aquí tiene cabida tanto la mediocridad como la excelencia ya que producen textos de todos los niveles de calidad y a precios a ras del suelo, eso sí… por autores especializados y nativos en cada lengua.

Aquí pasa exactamente lo mismo que en TextMaster. Sólo puedes escribir en tu lengua materna… Pues bien, el español no es mi lengua materna. Soy Belga y “ma langue maternelle est le Français”… así que no podría trabajar para TextMaster ni para Textbroker porque sólo un nativo puede tener el nivel de calidad esperado… discrepo, es más… me siento discriminado.

Sin embargo, Textbroker te brinda la oportunidad de crecer profesionalmente dado que recibes asesoramiento y consejos para sortear los errores de gramática y ortografía más frecuentes. Hay que reconocer que en Textbroker se evalúa constantemente a los autores para garantizar un nivel de calidad siempre en consonancia con las expectativas de sus clientes. Analizan el contenido con Copyscape para garantizar su originalidad, así que listillos… seguid caminando.

Si analizamos las tarifas, la calidad mínima se paga a 0,7 céntimos y la máxima a 4 céntimos la palabra para un texto de muy alta calidad en manos de un profesional… no es muy halagüeño que digamos. Pero tienen algo llamado DirectOrder, son precios determinados directamente por el autor. Situación que se presenta cuando trabajas a menudo por un mismo cliente y éste siente compasión por ti. También están las tarifas por grupo si colaboras con un equipo para un proyecto determinado y a largo plazo… el 30% va directo a la hucha de Textbroker.

El problema es lo de siempre, la falta de encargos y los tiempos de validación de los artículos por parte del staff de la web. Apatía y falta de movimiento hacen que muchos acaban abandonando Textbroker, por lo demás se caracterizan por su seriedad, exigencia y trato correcto… cuando lo haya. Me está quedando claro una cosa, y es que muchas veces el contacto directo entre autores y clientes, sin intermediarios de por medio, funciona mejor.

Independent Publishing, redactar a destajo

La tónica viene a ser la misma: contenido económico a destajo pero con la rigurosidad que se exige de un buen profesional. Es decir, mucho ruido y pocas nueces. Hablan de remuneración justa… mi consejo es que cuando leas esto huyas ya que es un eufemismo para decir que te vas a dejar la piel para llevarte migajas a la cuenta bancaria. Existen tres niveles, la categoría de bronce, la de plata o la de oro, con tarifas diferentes: 0,006€ por palabra, 0,009€ por palabra y 0,018€ por palabra respectivamente; y si corriges textos, son 0,0017€.

Se premia la calidad del trabajo del redactor subiéndole de nivel, y sólo los redactores más destacados pueden ser correctores. Pocos encargos, pagos infrahumanos, sólo es recomendable para amas de casa aspirantes a escritor. A su favor, ofrecen bastante seriedad en el proceso de validación y en el trato con los redactores. Pero vamos… la remuneración es una broma muy pesada. Escribir es algo muy personal de lo que uno ha de sentirse orgulloso.

Esto, esto es proxenetismo…

Great Content, la más prometedora

Parece que nos dejamos lo mejor para el final. Su plataforma es concisa y honesta; su experiencia en el sector se la ganaron con el sudor de redactores alemanes. Lo tienen bien montado y tienen un estrategia muy convincente. Hay seis niveles de categoría para los redactores, que van del 2 al nivel 5+. Un texto de nivel 2 y 500 palabras se paga 2,5€ mientras que uno de nivel 5+ y 500 palabras se paga siete veces más, 17,5€. Los pagos se realizan de forma bimensual siempre y cuando hayas alcanzado los 10€ o cuando se lo pides si tienes una urgencia.

Trabajan con grandes tallas del mundo digital como Groupon, Zalando o Mister Spex… más de mil clientes activos al mes, 18 idiomas y cerca de 10 mil textos redactados a diario. Esas estadísticas impresionan a cualquiera. Podemos sacar de ello que la mayor parte de los encargos son textos publicitarios o textos para catálogos de productos. Si redactas con calidad siguiendo los requisitos de cada cliente, puede que hasta logres destacar.

Si destacas, te meten en un grupo donde te garantizan pedidos diarios, encargos que sólo serán visibles para los miembros del grupo. Son los grupos de expertos. Pero para ello tienes que seguir los estándares y aprender a hacer juegos malabares con la selección de palabras claves y su densidad en los textos que provees. Los mejores pueden recibir pedidos directos donde fijan ellos mismos el precio por palabra. Sin embargo, no todo es de color rosa.

Hay dos cosas que me molestan. La primera es el proceso de evaluación doble, la primera vez en manos del cliente y a continuación por el staff de Great Content. Es algo redundante y… ¿qué pasa si el cliente está satisfecho pero Great Content se empeña en creer que el cliente se equivoca? ¿Acaso el cliente no es rey? Lo otro es una queja que vale para todas esas plataformas pero Great Content insiste en ello como una ventaja para el cliente: sin riesgos, el pago se hace por palabra y no por tiempo invertido.

Hemos puesto en el dedo en la llaga…