El rival de WhatsApp, 8 motivos para pasarse a Telegram
Telegram está dando mucho de que hablar últimamente por ser el rival de más rápido crecimiento cuando se trata de destronar al rey de la mensajería, he llamado a WhatsApp. La aplicación rusa no se anda con sandeces y ha traído consigo una maquinaría de guerrilla afilada en términos de marketing: ‘taking back our right to privacy’. Pocos se estarán preguntando ahora mismo hasta qué punto es esto cierto, nos lo han vendido muy bien y parece que por ahora nos conformamos con eso. Otros, menos ingenuos tal vez, hablan de oportunismo dado el reciente historial problemático de WhatsApp en términos de seguridad y privacidad.
Telegram llega en un momento oportuno, no podemos negarlo. Todavía tenemos en mente los humeantes escándalos de la NSA con Snowden y las acusaciones de espionaje de los ciudadanos a través de apps de mensajería como WhatsApp. Todo ese revuelo entorno a la seguridad y privacidad ciudadana ha creado el terreno perfecto para plantar la semilla Telegram. Es más, sus creadores han sido de lo más ingenioso al plagiar la interfaz de WhatsApp, hasta mi suegra no se enteraría. Y es que está clavada, hasta su manejo y nivel de satisfacción.
Es difícil saber a ciencia cierta si Telegram está o no a prueba del espionaje de la NSA y demás agencias pero lo que sí se sabe es que sus creadores sacan pecho al hablar de seguridad y es su mayor argumento de distribución viral. No soy tan ingenuo como para creerme que sea 100% segura, pero da un paso en la dirección correcta. A nadie le resultará descabellado si digo que la privacidad es el campo de batalla en el que todas las apps se van a pelear para asegurarse el podio… tarde o temprano, tal y como evoluciona la sociedad en crisis actual, la privacidad va a ser un argumento crucial determinante. Lo estamos viendo con DuckDuckGo y otras alternativas a servicios de Google.
¿Telegram desbancará WhatsApp? Pensar que WhatsApp se va a quedar de brazos cruzando es ingenuo, y recordad los que os decía vuestra madre: no hay que vender la piel del oso antes de cazarlo. Telegram no es innovador aunque muchos te dirán que lo peta. Tiene fallos como la ausencia de llamadas de vídeo o las notas de voz pero tiempo al tiempo. Por ahora…demosle caza a WhatsApp desgranando ocho de los principales motivos por los que podríamos vernos seducidos por Telegram. Estos motivos forman parte del buzz viral creado en las redes sociales por Telegram. No íbamos a ser diferente, ¿arrasará Telegram o será relegado a un mercado de nicho? Ni idea, pero un poco de movimiento atrevido no le viene mal a ese mercado… y nos pica la curiosidad.
Seguridad, es más seguro que WhatsApp.
Ha quedado claro que no es el punto fuerte de WhatsApp, por lo que cualquiera que se preocupe por la privacidad de sus mensajes en WhatsApp querrá pasarse a esta nueva mensajería. Todavía retumban en nuestros oídos los escándalos de la NSA y el famoso caso Snowden. Telegram utiliza un protocolo de cifrado exclusivo desarrollado por un equipo de matemáticos rusos: MTProto. Es un sistema de cifrado simple y efectivo, aunque se logre interceptar los mensajes es más que probable que su contenido permanezca privado a ojos del hacker de turno… aunque nada es 100% infallible.
Es totalmente libre y gratuito.
No existe ningún coste de renovación como en el caso de WhatsApp que sólo es gratis el primer año. Luego toca pasar por caja y ya son muchos los usuarios que han recibido las notificaciones de caducidad de sus cuentas. Tienen dos opciones, pagar los 0,89€ que vale la licencia de uso para un año o postponer el pago recibiendo un mes de prorroga gratis por pura cortesía… yo ya llevo tres. Sin embargo, el precio no supone un inconveniente dado que es muy bajo y dado el nivel de adicción de muchos usuarios de WhatsApp -se envían más de 50.000 millones de mensajes al día- no pierde esa batalla.
Chats temporales y secretos,…
…con modo de autodestrucción en piloto automático. Esto es algo singular con lo que no cuenta WhatsApp, la posibilidad de usar la mensajería secreta determinando una cuenta atrás para la autodestrucción de todos los mensajes enviados. Pueden ser dos segundos, un minuto y hasta un mes. Es el ingrediente secreto de la receta Telegram ya que refuerza esa sensación de paz que uno experimenta al saber que lo que dice y comparte con sus contactos permanecerá entre él y ellos, sin fisgones. Sin autodestrucción activada, los mensajes se mantienen hasta que ambos interlocutores borran sus historiales. Es su mayor atractivo.
200 vs. 50 usuarios en conversaciones en grupo.
150 usuarios es lo que separa Telegram de WhatsApp en las salas de chat donde además se puede enviar archivos de toda clase -no sólo fotos y vídeos como en el caso de WhatsApp- de hasta 1Gb. La verdad es que una conversación de este tipo tiene que ser abrumadora. Si ya te quejabas de las notificaciones de grupos de chat de WhatsApp con 50 personas, imagina la psicosis que podría llegar a crearte Telegram y sus traumáticos grupos de 200 usuarios. No es que sea algo imprescindible, ya cuesta llenar un grupo en WhatsApp con 50 usuarios, con 200 no me lo quiero ni pensar. Ni fu ni fa.
Multidispositivo, no sólo es para smartphones.
A diferencia del WhatsApp, Telegram funciona tanto bajo iOS como Android de forma oficial, pero también en plataformas como Windows, Mac y Linux gracias a su API abierta; lo cual es muy interesante ya que significa que permite otros desarrollos no oficiales. Es decir que al ser de código abierto le abre muchas puertas en la comunidad de desarrolladores, ahí puede que Telegram se haya ganado todas las bazas en juego en el mundo de las mensajerías al estilo WhatsApp. Para el usuario de a pie, es todo ventaja ya que puede usar clientes de Telegram desde cualquier plataforma. Line también lo es.
Presteza, es más rápido que WhatsApp.
Procesa los mensajes y el envío de documentos con mucha más celeridad que WhatsApp, pues utiliza una red de servidores descentralizada. Es decir que tiene una red de servidores dispersos en todo el mundo y al usarlo te conectas al punto de acceso más cercano. Lo hemos probado y no sabría decir hasta qué punto es más rápido pero eso sí… aquí no hay ni rastro de ese pequeño reloj que aparece -y persiste- a veces al lado de los mensajes WhatsApp para indicarnos que la app está trabajando para que el mensaje llegue al servidor; puede ser señal de un problema con la conexión. ¿Rápido? No note diferencia alguna.
Doble check real, al contrario de WhatsApp.
Ha sido motivo de polémica desde el principio con WhatsApp ya que el primer ‘check’ es cuando el mensaje ha sido entregado al servidor y el segundo ‘check’ indica que el mensaje ha llegado al dispositivo de tu amigo, lo que no quiere decir necesariamente que lo haya leído. La polémica viene de ahí, de ese segundo ‘check’ ya que muchos piensan que esto indica que el mensaje ha sido abierto y por tanto leído. Sin embargo no es así ya que simplemente indica que se ha recibido. En Telegram, no es así. El segundo ‘check’ indica cuando el receptor del mensaje lo ha abierto y efectivamente leído. Todo un puntazo.
Sincronización en la nube.
Toda la información manejada por Telegram se trabaja y almacena en la nube, por lo que si cambias de dispositivo o te conectas desde otro ordenador siempre tendrás acceso a toda tu información puesto que la sincronización se realiza entre todos los dispositivos, sea Mac, Linux, Windows, iOS o Android. Por otro lado, WhatsApp ocupa mucho espacio en nuestro dispositivo pues sus mensajes van directo a la memoria interna. En cambio, en Telegram ponen a nuestra disposición de un espacio ilimitado en la nube para poder almacenar todo nuestros mensajes sin rebosar la memoria de nuestro móvil. Mi móvil se lo agradece.