Wearables cuantificadores de salud, ventajas y futuro de un arma de doble filo

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La actividad física va unida a la salud, la sociedad no pierde la oportunidad de recordarnos la importancia de practicar algún deporte o mantener una actividad física a diario para alejarnos de los médicos. Hoy el running -el salir a correr de toda la vida- se ha puesto de moda; es algo muy cool. La recomendación más viral de estos últimos tiempos es caminar diez mil pasos al día para mejorar la salud… una versión moderna de los 30 minutos de actividad diaria.

Pero no hay ninguna ciencia detrás de este consejo, ni es una recomendación oficial sino tan sólo forma parte de una campaña para animar la gente a seguir hábitos más saludables. Hoy, comer de forma más sana o correr una maratón es el pan “cotidiano” de muchas personas… y las pulseras de cuantificación de la actividad física algo tienen que ver con ello. Estos wearables miden nuestro ritmo cardíaco, cuentan el número de pasos que damos, las calorías quemadas…

Apps y pulseras cuantificadoras traen su lote de ventajas… ahora.

  1. nos ayudan a controlar nuestra actividad física haciendo un seguimiento diario del ejercicio realizado y sus indicadores de salud como pueden ser el ritmo cardíaco, el número de calorías quemadas, las horas de sueño, calorías ingeridas,…
  2. nos alejan de ciertos hábitos de vida pocos recomendables como el sedentarismo asociado a numerosas patologías cardiovasculares; juega aquí un papel de prevención mediante la evaluación personal y el auto-control.
  3. nos ofrecen en cierta medida un diagnóstico rápido de nuestro estado de salud puesto que monitorizan diversas variables de nuestra vida diaria que tienen un impacto directo en nuestra salud; no todos estos dispositivos ofrecen la misma fiabilidad.
  4. nos introducen al concepto de eSalud y nos devuelven en parte el control sobre nuestra salud mediante el análisis de los datos recogidos por estas variables, y toda una serie de recomendaciones asociadas a nuestro estado físico.
  5. nos animan a aumentar nuestra actividad física diaria, hacer más ejercicio y perder peso. Y lo logra a través de la gamificación mediante premios virtuales por kilómetros recorridos, pasos dados o usando la capa social con rankings entre amigos.
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Pulseras, relojes y apps de cuantificación para smartphone tienen un gran potencial para la mejora de la salud de sus usuarios, es más… el ejercicio está tomando tintes de juego gracias a ellos; la actividad física ya no es sinónimo de sufrimiento sino de challenge y reto para superar a los amigos y alcanzar sus objetivos. Están popularizando el concepto de eSalud, un sector que va vivir una autentica revolución en los años venideros.

Si bien hoy en día ya existen pacientes en medio mundo que usan varias tecnologías de eSalud como por ejemplo los medidores para evaluar la tensión arterial, los equipos electrocardiográficos, los monitores de glucosa o los pulsioxímetros para medir los niveles de oxígeno en la sangre… el potencial es ilimitado con la llegada de los wearables y los últimos adelantos tecnológicos. La relación entre pacientes y médicos ya no será la misma.

Wearables cuantificadores de salud, ventajas de la eSalud… mañana.

  1. la estandarización de los wearables de cuantificación de salud y actividad física, se usarán en programas de evaluación y mejora de los tratamientos así como en campañas de control y prevención de diversas patologías.
  2. el seguimiento en tiempo real y fidedigno de los pacientes enfermos, se evitará ingresos hospitalarios por medio de las alertas que reciban los profesionales sanitarios cuando las constantes de sus pacientes estén irregulares.
  3. la actitud activa del paciente frente a su salud, implicará una menor demanda de visita médica dado la capacidad del paciente para elaborar un primer diagnóstico mediante la medición e interpretación de las variables obtenidas.
  4. la transformación de las farmacias en centros de eSalud, se usarán los datos del paciente recogidos por los wearables de cuantificación de salud para realizar un diagnóstico virtual a distancia con profesional sanitario competente.

Es evidente, todavía no estamos ahí. Pero no cuesta mucho llegar a esta conclusión. Las pulseras que por ahora compramos para medir nuestras pulsaciones y controlar en el tiempo toda nuestra actividad física gracias a aplicaciones muy gráficas e inteligentes son sólo el principio… el potencial es enorme, de ahí que lo más probable es que se usen en el futuro para elaborar un retrato sanitario fidedigno de cada paciente y así reducir errores en la prescripción de medicamentos… pero es un arma de doble filo ya que pone en tela de juicio la privacidad.

eSalud y la protección de los datos del paciente frente a las aseguradoras

Hemos visto que la relación médico-paciente mejorará más allá de las típicas preguntas que se nos hace cuando nos sentimos mal y acudimos al ambulatorio; a veces cuesta ponerle palabras al dolor y explicar lo que sentimos. En este sentido los datos que los futuros dispositivos de cuantificación de salud grabarán podrán marcar la diferencia y agilizar la relación paciente-médico. Es más, propiciará un terreno común movido por una actitud más activa por parte del paciente.

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Pero ojo, todos estos datos registrados acerca de nuestro estado de salud deben formar parte del secreto médico. Todo lo que el paciente le cuenta a su médico se queda en lo privado. Por ahora es así, pero ¿qué pasaría si en el futuro caen en manos de las aseguradoras? Incluso podrían exigir a sus clientes que les entreguen estos datos o usen un cuantificador para controlar y monitorizar la salud de sus clientes para así diseñar pólizas a medida.

La polémica está servida. Los wearables cuantificadores aportan datos de gran interés para el usuario y los profesionales de la salud pero en el mundo que vivimos esto se puede convertir en un perjuicio si cae en manos de las aseguradoras ya que esas no están dispuestas a asumir riesgos. Estos artilugios serán en el futuro una fuente muy valorada de información sensible para los pacientes, datos muy cotizados por las compañías aseguradoras. Les permitirá por ejemplo diseñar diferentes tipos de pólizas o pólizas a la medida del estado de salud y hábitos de vida del cliente.

Los seguros médicos que suelen ofrecer gratuitamente las empresas a sus empleados por ejemplo ya no les pondrán en igualdad de condición ya que permitirá a las empresas controlar y monitorizar la forma física de sus empleados… el plan perfecto para las aseguradoras. Si ahora ya es objeto de discusión y abusos los indicadores que usan las aseguradoras a la hora de valorar la predisposición genética a tener una enfermedad, bien podría trasladarse este escenario a los cuantificadores de salud física teniendo en cuenta los hábitos de vida del paciente.

¿Ficción o realidad? El Patient Protection and Affordable Care Act, más conocido como el “Obamacare” ya contempla la posibilidad para las empresas de cobrar diferentes tipos de seguro de salud en base a los hábitos de vida de cada uno de sus empleados. Por suerte esta ley no llegó a implementarse por completo ya que supone una intromisión en el derecho a la privacidad médica, pero… ¿durante cuánto tiempo harán frente diputados y senadores frente a la presión de los lobbies? La confidencialidad de los datos proporcionados por los cuantificadores ha de ser protegido por el riesgo que presenta de convertirse en un arma de doble filo.