DuckDuckGo no es fruto de una multinacional sino de la mente de un solo desarrollador, Gabriel Weinberg que además de un Master en Tecnología y Política por el MIT tiene una licencia en Física. DuckDuckGo se abrió camino hasta crecer a buen ritmo gracias a información relevante de varios sitios públicos como la Wikipedia, y llegar a competir con gigantes como Google al convertirse en el receptáculo de todos los que se preocupan por su privacidad. Por ese motivo, una constante preocupación por la privacidad, se está convirtiendo en el buscador web principal de muchos. Ya lo dije en varios posts pero es igual, lo repito porque me parece que no está de más recordarlo por los tiempos que corren: una búsqueda es cualquier cosa menos privada, y la privacidad es un derecho fundamental. Por los tiempos que corren, tiempos de crisis financiera, política y de valores… de privacidad.

Muchos escándalos han derramado mucha tinta en los medios últimamente, con todo el asunto de PRISM, la NSA y Snowden. Despertó en nuestra consciencia una cierta preocupación por los datos que sin apenas darnos cuenta construimos a través de nuestra actividad diaria en Internet, y no me refiero a lo que uno decide compartir o no a través de las redes sociales o de la forma que tiene uno de crearse una identidad digital en la red. Siempre que tienes trazado un plan para labrarte una identidad digital, una imagen profesional, está bien pero lo que no lo es tanto son las prácticas que se llevan hoy en día en la red de redes… esos cookies que rastrean datos de nuestros hábitos online, datos que una vez cruzados con nuestras identidades online, sea a través de facebook, cuenta en Twitter o Google +,… puede acabar modificando nuestra relación con la información percibida.

Me refiere esencialmente a la publicidad, sus cookies van recopilando datos sobre nuestras preferencias, nuestros clics y si acoplamos esta base de información privada con nuestra dirección IP o cuentas en redes sociales, ahí lo tienes. Saben quienes somos, qué es lo que nos gusta, qué visitamos y consumimos y todo esto a través de nuestra actividad. Y como el 80% del tiempo online lo pasamos en Google en busca de información, es lo primero que debe preocuparnos. No me refiero a si Google lo está haciendo bien o mal, los resultados son bastante decentes y a mi personalmente me satisfacen, pero… el rastreo de mi IP, uso de mis círculos en Google + para sugerirme enlaces de publicidad cuando realizo una consulta en el buscador, resultados de búsqueda personalizados en función de mi comportamiento y de mi identidad digital.

En un principio, debería alegrarnos ya que los resultados nos complacerán, responderán exactamente a lo que buscamos pero… debería quedar hueco para sorprenderse, perderse. Me gusta pensar en mi persona como ente cambiante, que evoluciona, cambia sus pareceres y maneras de ser a lo largo del tiempo, y los contactos que tengo en mis círculos no siempre tienen algo interesante que aportarme, puede que no quiera todo eso. Si te sientes en la misma situación, te sentirás aliviado al usar un buscador web como DuckDuckGo o alguno de los 10 buscadores web alternativos a Google para navegar de forma segura y anónima. Así que, sin más parrafadas, veamos los principales motivos por los que deberíamos darle una oportunidad a DuckDuckGo.