¡Apple Watch… no, gracias: mis cinco motivos para pasar de largo!

Si el móvil es la nueva navaja suiza del siglo XXI, en qué se está metamorfoseando el reloj de muñeca en su etapa digital,… ¿una especie de mosquetón de muñeca? Porque si llegó la hora de sincerarse, el Apple Watch no es más que una muleta para el iPhone,… ahora que por fin ha llegado el iPhone 6 Plus con sus 5.5 pulgadas, van y nos dan un pretexto para no poder lucir su pantalla grande.

En fin, imagino que todos os habéis puesto al día respecto al nuevo iWatch, perdón… iPod, iPhone, iWatch; ah no, no… esta vez no, se llamará el Apple Watch, sí, como el Apple TV… sí, sí, no sé… se le ocurrió a Tim. Si no estás contento, rellenas ese formulario de reclamación de ahí.

No, es igual; en realidad no me importa. Tal vez el próximo iPhone se llame Apple Phone. Estoy bien. Eso sí, si bien la ceremonia de bautizo fue a la altura, como siempre, he de reconocer que me he caído de mi nube de algodón en el que me habían sentado las expectativas creadas por tantos rumores y esbozos de lo que sería el Apple Watch. Me pasó algo similar con el iPhone 6 pero del Apple Watch me esperaba algo más innovador. No soy un fanboy de Apple pero sí usuario desde hace casi 15 años siguiendo cada paso de la firma cupertina. El Apple Watch estará a la venta el año que viene -en 2015-, pero ya os adelanto que no estoy hecho para este gadget.

Obviamente, es pronto para tomar una decisión a sabiendas de que todavía quedan detalles por desvelar pero lo que he visto hasta ahora no me convenció. Y eso a pesar de la calidad innegable de los materiales empleados en su fabricación… no cabría esperar menos por parte de Apple. Pero el diseño, es ahí donde aprieta el zapato; simplemente no me parece muy acertado y hasta diría que es tan aburrido o más que el de sus competidores -a saber los relojes Samsung Gear S, Moto 360, LG G Watch y G Watch R o el elegante Asus Zenwatch.

El diseño no es el único apartado donde rechina el Apple Watch, la corona digital me tiene en vilo; luego están mis lucubraciones personales acerca del sentido de llevar uno de estos o la carga adicional de estrés que llevar un gadget de este tipo pueda suponer en nuestras vidas digitales ya de por si ultra conectadas, con síndrome de infobesidad. Empecemos por esta hilarante parodia…

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Enjambre de odiosas notificaciones y carga de estrés

No soy un nativo digital sino un inmigrante digital, así que es probable que las generaciones más jóvenes me tilden de loco. Me gusta mi smartphone pero las notificaciones me vuelven loco, paso la mayor parte del tiempo borrándolas sin más. Son cada vez más las apps que nos permiten desactivar sus avisos pero no todas. Pensar en el Apple Watch como centro de notificaciones me horroriza. Está comprobado que el uso de la tecnología modifica la química de nuestro cerebro y éste se estructura como respuesta; se adapta al entorno. La red de redes se caracteriza por su carácter instantáneo, tareas y mensajes se acortan y esto influye en nuestra capacidad de concentración.

Es menor. Soy de los que necesita el silencio absoluto para trabajar, de lo contrario soy improductivo. Así que difícilmente puedo imaginar mi vida perturbada por decenas de notificaciones llegando en tropel a mi smartwatch. Obviamente se puede configurar pero igualmente,… cuando quiero ignorar mi smartphone lo pierdo de vista o activo el modo avión pero… ¿podré ignorar los avisos de apps y mensajes llegando a mi muñeca? Si eres de los que se agobia con facilidad, tu vida podría convertirse en un infierno. La solución sería configurarlo para habilitar las consultas sólo un par o más de veces al día, a excepción de las notificación que consideres urgentes. Pero si vas a dar un paseo en el parque para desconectar un poco… el Apple Watch podría arruinarte el plan.

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Smartwatch,… ¿de verdad es lo que esperabas de un reloj digital?

Los que han visto la presentación en tiempo real o en diferido, y los que han tomado el tiempo de leerse la información disponible en la página web se habrán quedado sorprendidos por los servicios brindados por ese pequeñín. De verdad… ¿necesitaba algo que hiciera todo esto? Si ya tengo a mi móvil. Veamos, hay ventajas evidentes como que no volverás a perderte una llamada o un cambio de última hora en tu agenda. El Apple Watch es ideal para interacciones rápidas con tus apps y amigos, pero si necesitas algo más elaborado te pasarás al iPhone.

Pienso que puede ser útil para enviar mensajes rápidos a amigos con tan sólo pulsar su foto, silenciar o coger una llamada rápida sin desenfundar el iPhone, dictar mensajes de voz y enviar emojis animados en un pispás, leer mensajes y moverlos a la papelera. Toda esa dimensión que incluye la comunicación veloz y espontánea me gusta, como la posibilidad de trazar algo rápido con el dedo y enviar el dibujo a la otra persona, usarlo como walkie-talkie o enviar toques a las personas en las que estás pensando… a veces lo bueno si breve, dos veces bueno. Pero el sensor de frecuencia cardiaca con todo esto del seguimiento de fitness y salud; no estoy tan seguro; existen podómetros y relojes que lo hacen por 20€… sin el glamour de Apple eso sí.

La App Actividad que muestra la actividad física diaria con un gráfico formado por tres anillos… le auguro un gran éxito, pero ¿realmente necesitas conocer cuántas calorías quemas al día, cuántos minutos has estado activo o cuántas veces te has puesto de pie? Si eres muy deportista, puede que el desbloqueo de logros e insignias del Apple Watch te de la motivación que necesitaba, pero ya disfrutaba de esto en mi iPhone. El uso del GPS del iPhone para conocer nuestra ubicación exacta y recibir indicaciones para llegar al destino es otra buena idea. Parece que le veo más ventajas que en un principio ahora, pero su precio tan alto me hace dudar… ¿vale la pena tener a Siri en la muñeca y hacer todo lo que ya nos permite el iPhone?