El trabajo lento, creativo e inteligente reconcilia vida laboral y personal

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Estamos viviendo en crisis, afrontamos retos que lastran nuestros derechos laborales y se traducen en incrementos de productividad o rebajas salariales; van de la mano en España pilotada desde Bruselas. Sin embargo, existe una forma de saldar esta ecuación aunque pase por un cambio de paradigma laboral y no se adapte a todos los sectores ni tipos de oficio, hablamos del Smart Working o el trabajo inteligente… impulsado por la tecnología, trata de establecer un ritmo y entorno de trabajo más conciliador con el entorno personal y familiar.

Pero… ¿qué es el trabajo inteligente? Es una forma más flexible y creativa de gestionar el trabajo, no sólo su entorno sino sus herramientas. Básicamente, es un cambio de hábitat y hábitos de trabajo. Hábitat porque abarca los conceptos de movilidad y libertad horaria, y hábitos porque la tecnología cambia profundamente los procesos creativos. Para que ese cambio pueda funcionar, la comunicación ha de ser permanente. Es una evolución del teletrabajo ya que no se limita a herramientas determinadas y la posibilidad de trabajar desde casa, va más allá. Es el uso de la tecnología para gozar de una relación laboral más sostenible, flexible y conectada:

  1. Flexible, es un entorno laboral que enfrenta la presencia física en una oficina a la idea de movilidad laboral, sea en un espacio de coworking al otro lado del mundo, una cafetería en Madrid o desde un aeropuerto.
  2. Sostenible, es un concepto que encara la economía de la competitividad a la de la colaboración social que engloba términos como la sostenibilidad o el reciclaje inteligente y social de recursos desaprovechados.
  3. Conectada, es una alternativa al modelo laboral clásico en beneficio del networking múltiple y redes de conocimientos en la nube, un espacio de innovación donde la comunicación no sólo es continua sino plural.

Desaceleración del ritmo de trabajo, mayor rendimiento creativo

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No se pierde de vista los objetivos empresariales pero se trata de integrarlos en una idea de realización personal más íntima. Implica una desaceleración del ritmo de trabajo pero acompañado de un mayor rendimiento y una mayor calidad de vida gracias al uso de la tecnología. El trabajo inteligente es una forma de trabajar más libre para disfrutar más de tu vida ahora.

Las empresas se ahorran costes en infraestructura y logística al externalizar trabajo, y pueden centrarse en sus objetivos mientras que los colaboradores echan abajo la barrera del tiempo y del espacio. La necesidad de control pierde fuelle a favor del desarrollo creativo en la empresa.

El ritmo de trabajo se emancipa de los horarios fijos, ahora es el colaborador el que marca su ritmo laboral y lo hace respetando sus ritmos biológicos o circadianos; si eres del tipo alondra no sufrirás jet lag social y rendirás genial de buena mañana pero el 70% de la población es del tipo buho y rinde mejor a media tarde. En lo personal, soy búho y sólo me va la noche para trabajar en silencio; me siento más despierto e ingenioso. El trabajo inteligente permite esa adaptación a ritmos muy dispares. El ritmo laboral moderno condena la creatividad de muchos, es vital que se produzca ese cambio de cultura laboral.

3 claves de la economía digital del conocimiento social

El modelo laboral que gobierna nuestras vidas es heredado del modelo industrial, la hora del cambio ha llegado. Esa vieja cultura corporativa española está chocheando, y ya no atrae el talento. El experto trabaja mejor en autonomía, aprovechando las oportunidades de un mercado laboral cambiante. Trabajar durante años en la misma empresa haciendo lo mismo es una lenta agonía que asfixia la creatividad. La tecnología nos lleva al cambio de paradigma que da paso a una economía digital donde prima la viralidad e inteligencia social. Para acabar de entender el concepto de trabajo inteligente hay que asimilar bien sus tres claves.

  1. Entorno de productividad social, el coworking. Trabajar sí, pero desde cualquier lugar y en cualquier momento. En un espacio de coworking junto a profesionales de horizontes muy dispares colaborando en un entorno preparado para el siglo XXI en cuanto a tecnologías TIC. Pero también desde el aeropuerto, cafeterías con wifi, hoteles e incluso desde playas con conexiones wifi, puertos USB y enchufes para recargar los portales y móviles; hay nómadas digitales que ya viven su trabajo de esta forma en todo el mundo. La oficina ya no existe, al menos tal y como la entendemos en su acepción más convencional… ahora es el mundo.
  2. Economía de la inteligencia social compartida, el conocimiento está en la nube. Eres libre pero no trabajas aislado, estás conectado a miles de colaboradores que comparten online su trabajo. Es hora de enriquecer tus conocimientos a través de la colaboración, estimular tu creatividad usando herramientas colaborativas. Comparte, descubre y crea sinergías con otras personas. Antes estaba el e-mail y poco más, pero hoy disfrutamos de muchas herramientas de comunicación y trabajo en grupo como Slack, Ryver, Moxtra, Basecamp, Trello y muchas más. El trabajo 2.0 es social, usa el vídeo para comunicarse y las redes sociales. El smartphone se ha convertido en una autentica oficina remota para nómadas laborales.

    Smart Working, el trabajo inteligente. Implica un cambio de paradigma laboral más conciliador con el entorno personal. Es el uso de la tecnología para una relación laboral más sostenible, flexible y conectada. Trabajar más libre para disfrutar más de tu vida AHORA.

    Publicado por en Lunes, 7 de noviembre de 2016

  3. Autogestión del tiempo y cultura de objetivos, adiós jornada laboral de ocho horas. Ya no tiene sentido y hay que sustituir esas horas por objetivos bien definidos y medibles. Todo debe de estar orientado a resultados y no a un tiempo de trabajo estandarizado. Hay un gran derroche de energía y tiempo en ese modelo, no es nada eficiente ya que desgasta el valor añadido. Es más, cada uno tiene sus ritmos biológicos y velocidad de crucero, así como esos momentos de inspiración y golpes de genio que surjen cuando rompemos con la rutina. El trabajo slow o lento debería de usar técnicas como la del Pomodoro que usa intervalos regulares de trabajo y descanso. Estos últimos permiten recargar energía pero también hacer el vacío…. y es cuando la creatividad obra su magia. Tomar una ducha es un momento slow,… se relaja la mente y surge la idea que lo cambiará todo.